11.6.13

Una muy calida noche [LuiSam +18]


La tarde estaba cayendo, el cielo se llenaba de tonos en degrado dando de esta forma paso a la noche. Todo apuntaba a que sería una noche tranquila, llena de paz y tranquilidad, exceptuando en un cuarto de la casa de a chica conocida como Sam, dejando de lado las múltiples cosas que tenia de sus héroes de Marvel nada estaba fuera de lo “normal” para las personas consideradas de esta forma, claro nada aparte del juego mutuo de provocaciones que se llevaba a cabo entre la pareja conocida como LuiSam.

Entre leves empujones, dando unos nos que en verdad son sis, con tirones suaves y disimulados, lleno de besos apasionados y sorpresivos. En donde dos lenguas jugueteaban, rozándose con total libertad, deseosas de más y como muestra de ello jadeos profundos que salían muy aprisa por su garganta y estallaban en los labios contrarios, encontrándose con una sonrisa de aceptación para luego hacerle sucumbir por esos labios seductores de los cuales emanaban dulces palabras siendo respondidas por leves mordidas, aumentando de esta forma el calor frenético que sentían en sus cuerpos.

Dándose cita a la quedada estaba la desnudes de sus cuerpos, los roces provocativos y las caricias que con mucha sensualidad recorrían sus cuerpos, tocando con las yemas de sus dedos con tanta delicadeza en sus zonas sensibles como si de moldear la más fina arcilla se tratara.

Y con dulzura un camino de besos junto con marcas eran dejados por el largo del cuello de cada una, siendo muestra clara de la lujuria que sufrían sus cuerpos y mentes, mentes que una vez sumidas en el acto pervertido que llevaban a cabo les incitaban a seguir hasta el final.

Sintiendo como sus cuerpos se llenaban de una pasión inmensa y siendo estos juegos la antesala a unos dedos curiosos los cuales disfrutaban intensamente de lugares húmedos, siendo apretados por su interior mientras que estos con mucho ímpetu se movían, haciendo vibrar en fuertes sacudidas el cuerpo contrario hasta que este llegaba a la cima del éxtasis y con gran alivio dejaba paso a su miel y siguiendo con ello presas de la excitación…

Una vez acabado todo ambas se tumbaron en la cama, abrazándose y dándose besos leves, un tanto apenadas por todo lo sucedido al fin pudieron dormir una vez que sus cuerpos ya estaban más calmados y los deseos de la carne saciados a más no poder.     

7.6.13

Hasta el final [LuiSam]


La tarde estaba cayendo, los rayos rojizos del atardecer se colaban por los ventanales  de la casa y poco a poco hacían que la escena que sus ojos contemplaban se hiciera más y más oscura, como si alguien estuviera cerrando el telón al terminar una función de teatro entonces, ¿solo falta esperar los aplausos, la ovación del público, la alegría de recibir los gestos de admiración por tan esplendido final? Pero… Eso nunca llego, no… Nunca lo hizo ¿Por qué? ¿Por qué no llegaron? Porque no fue el gran final que todos esperaban, no era el final deslumbrador que querían ver, no… Ese era un final muy macabro para tan increíble chica.

-Te lo dije, Sam –fueron las palabras que salieron de los labios manchados por un poco de sangre de la chica que yacía tirada en el suelo en un charco de su propia sangre- “STAPH” ¡Lo dije! ¿Por qué no me hiciste caso? ¡¿Acaso no me oíste?! –Empezó a caminar, acercándose con el arma homicida aun goteando sangre- Sam, ¿es qué nunca escuchas? –La chica de cabellos oscuros se arrodillo y se recostó en el pecho de ella- Sam… Sam, regresa –susurraba mientras sus ojos se inundaban en lagrimas que luego salían disparadas como un diluvio, uno lleno de dolor y pena por la pérdida de su ser amado- ¡SAM!

Fue entonces que despertó de su sueño, ese que desde el accidente la había perseguido acompañado de un fuerte dolor en el corazón, con lágrimas puramente tristes y el espanto de recordar cómo fue que había acabado con la vida de la persona que amaba… No, más bien que ama, puesto que aun estando… Así… Para ella aun estaba viva, lo estaba y lo seguiría estando siempre.

Al igual que todos los días, se arreglo para ir al encuentro permanente con su amada, siempre a la misma hora, siempre en la hora en que exhalo su último aliento, siempre a verla a ella, siempre a disculparse hasta que su voz se quebraba y sus ojos ardían por tantas lagrimas derramadas, hasta secarse cuando esta se quedaba dormida sobre la tumba de ella, con los nudillos sangrando en otro intento desesperado de traerla a la vida golpeando con fuerza su lapida, repitiéndose una y otra vez: “Ella está viva, ella me está esperando, lo sé, ella lo está”.

Después de todo sus ultima palabras, esas que dijo acompañada de una sonrisa sincera y llena de todo el amor que sentía por ella, esa palabras que aún resuenan en su mente como un bálsamo curador, esa que fueron: “Ib, te amo”.

Cuando abrió sus ojos en medio de la noche pudo ver una sombra a su lado, estaba recostada en un árbol viejo que se movía con el viento, lo sabía muy bien, eso solo significaba que ya era tiempo de volver, de dejarla descansar hasta que volviera a ser la hora de volverla a ver como todos los días… La persona debajo del árbol se fue acercando poco a poco, con mucho cuidado de no pisar ninguna tumba, al llegar al lado de la menor puso su mano en su hombro- Hija, ya es hora de regresar, despídete de Sam por hoy…

-Gracias, oto-san –La chica tenía razón, ya era hora de que le dejara estar, ya era hora de regresar a la soledad que se había conseguido por un impulso- Sam, hasta mañana –Se agacho despacio como queriendo hacer eterno ese momento y así nunca tener que decirlo de nuevo, beso su tumba y se reincorporo, acompañando a la mayor-

-Hasta la próxima, Samsy –Sonrió, tomando la mano de la menor para luego guiarla fuera del cementerio-  Sam se miraba muy animada hoy también, Lui –La contraria asintió mientras miraba hacia afuera del coche y sus cabellos eran movidos por la brisa que se colaba- Estoy muy orgullosa de tu Lui, después de lo que paso tu haz cumplido tu promesa y has estado yendo a verla sin falta todos los días desde hace cinco años, ella debe estar muy feliz

-Lo sé, es porque yo amo a Sam –se volteo a ver a la chica que conducía y sonrió muy animada- Y sé que ella me ama también, ¿sabes? Ella lo dijo, dijo “Ib, te amo”

En el transcurso del trayecto ellas siguieron hablando de ello y la chica a la cual ninguna de las dos podía ver estaba ahí, sonriendo muy alegre y repitiéndolo una y otra vez “Ib, te amo”… Ella estaba ahí, nunca la había dejado ya que al morir decidió cuidar de su amada Ib, siendo este su ultimo pedido y esto hasta que por fin sus almas pudieran reunirse y así fue, desde entonces sus almas bailan juntas al compas de un fuerte amor en medio del cementerio donde juntas están sepultadas.  

1.6.13

Regala una sonrisa

La regadera estaba en funcionamiento, cayendo el agua sobre el cuerpo de una joven de piel blanca como la nieve, un cabello largo y brillante cual oro y unos ojos que parecían el mismo cielo, sin embargo de ese bello cielo se desprendían gotas amargas de pena y dolor ¿qué pasaba? Simplemente había fallado de nuevo, todo por lo que había trabajado tan arduamente se había ido por el caño, ya no tenía esperanza en que su plan fuera un éxito y mientras tomaba una ducha finalmente estallo. Sus emociones había estado reprimidas por tanto tiempo que parecía como si de su cielo callera un diluvio capaz de inundar la Tierra nuevamente, su sonrisa estaba torcida producto del dolor que le causaba todo y sus mejillas estaban teñidas de un rojo carmesí por la pena que le daba no poder ser capaz de sobrellevar las cosas tan “perfectamente” como siempre hacia, siempre reprimiendo todo tipo de sentimiento, siempre guardándose todo para no llegar a ser una carga por su ineptitud y es que ella odiaba mucho recibir ayuda cuando ella “podía” hacerlo, ella simplemente no quería sentirse como una carga para nadie y esos mismo sentimientos eran los que la habían alejado de todos, pero ¿qué podía hacer alguien que solo conocía ese método? Nada… o eso pensaba...

“Tienes una bella sonrisa, así que sonríe para mí por favor”  fueron las palabras que hasta cierto punto sonaban egoístas y provenían de un joven que no conocía de ningún lado “Solo sonríe, por favor no olvides sonreír” volvió a decir una y otra vez, hasta que su cometido se cumplió, la chica de cabellos de oro sonrió un tanto apenada por su cumplido y un tanto maravillada por su insistencia “Lo sabía, tu sonrisa es muy hermosa y queda perfecta con tus ojos”. Fue de esta forma como la chica que siempre guardo sus sentimientos para sí misma conoció a alguien quien le brindo su ayuda en un gran momento para ella pues solo hace unos días había roto en llanto en la regadera y hoy estaba ahí sonriendo, riendo con tanta seguridad, con tanta sinceridad que nadie imaginaria que en su corazón se albergaba un profundo dolor, después de todo la pérdida de un ser querido no es algo que alguien pueda llevar sin que le afecte y menos si te acusan a ti de su muerte aun cuando le amabas.

Por eso recuerda siempre regalarle una sonrisa a alguien, nunca sabes por qué puede estar pasando y aun más importante, no sabes cuanto pudo estar esperando por alguien que le rescatara del abismo que es la soledad…