Hace mucho tiempo existía una flor muy peculiar en si, se movía como desquiciada para un lado y para otro, llena de ira por veces o llena de alegría singular, pero lo mas peculiar de esta planta no era su elocuencia al hablar con la que uno que otro individuo quedaba perplejo, no, era que se llama Petunia ¿Puedes creerlo? ¡Era su nombre! Y bueno, aquí entre nos, todos en ese lugar se llaman de una misma forma y recordar un nombre diferente "Profilocletortacodafo" era muy difícil para esos simples habitantes.
Pero ¿Acaso sabes cual era el colmo? ¡Ella era tu tía! ¡Dios, pero que pena me das! JAJAJA ¡ Aléjate de mi, Petunio!
-Eaea, ¿Pero qué rayos estoy escribiendo? -"Calla y sigue escribiendo"- Oh, tu discurso me ha conmovido, seguiré entonces~
Dicho y hecho me dispongo a seguir con esta para nada cuerda historia que te habla sobre patatas, ¿A qué te mola? ¡Como sea, sigamos escribiendo tu muerte! ¿eh? Espera, que eso es para después(?).
La enigmática Tía Petunia no solo era diferente por su nombre, sino también porque ella era la única que estaba viva ahí. A pesar de ello, Tía Petunia siempre saludaba muy cordial a todos sus queridos amigos llamados de la misma forma, Profilocletortacodafo. Todos con el mismo nombre monótono la mis apariencia aburrida y su mismo estado vital sin una simple chispa de vida.
¿Es qué los muertos hablan? ¡Por Dios, ya te he dicho que no! Pero a pesar de esto, Tía Petunia tenia un amigo, muy singular a todos, podría tener el mismo nombre, con su mis personalidad, con su mis apariencia, pero no su alma, no eso no, era muy diferente, era casi como si esta fuera un sol lleno de jubilo y alegría que entre tanta monotonía a duras penas se sentía.
"Es ser igual y diferente es un pecado que se castiga con la muerte"
Eso era lo que siempre repetía su amigo cada que se despedía y Tía Petunia le decía un muy alegre "Hasta pronto mi amigo" ¿No es deprimente? El siempre se despedía así, pero la vez que no lo hizo, por Dios esa vez que sonrió alegre y contesto con un "Hasta pronto mi querida amiga" esa vez, ya no volvió a aparecer...
Tía Petunia lloro por mucho tiempo cuando le dieron la noticia de que su amigo "Profilocletortacodafo" había muerto "Tranquila, existimos muchos Profilocletortacodafo y de seguro uno sera tu amigo" le trataban de consolar inútilmente ella solo quería a su amigo Profilocletortacodafo ¿Por qué? Porque en la locura de su existir cayo perdidamente enamorada de su mirada fría y calculadora cada que jugaban a las apuestas, ese bello perfil en blanco y negro mientras que ella era tan a colores, simplemente eso le encantaba entonces ¿Como pretendía que lo olvidara? ¡¿COMO?!
-Muriendo -susurro una dulce voz en medio de toda la obscuridad de la noche. Era la parca que había venido a por ella- Tu solución es la muerte
-Si, así es... ¡¿Como no lo vi antes?! -grito con completa locura la dulce tía Petunia perdida entre su soledad-
-No, esa no es la solución -fue lo que dijo el recuerdo de su querido amigo Profilocletortacodafo-
Fue entonces que la dulce flor carcomida por la soledad rompió en llanto mientras la parca rebanaba su ser, dándole así su muerte.
-¿Estas bien? -una bella voz la despertó, sonrojándose al ver ese rostro finamente hecho como el de un ángel-
-Si, estoy muy bien, muchas gracias Profilocletortacodafo -Sonrió abrazando a su amigo con mucha nostalgia mientras este acariciaba su cabello rosa-
-Aquí ya no me llamo así tengo otro nombre al igual que tu, pero no solo eso, aquí podremos estar por siempre juntos.
La muerte, no es el final de todo, es solo el principio de un ciclo nuevo.
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