3.12.13

"¿Lo oyes?" [RL]

El campo de batalla estaba completamente teñido de rojo sangre y en medio de todo eso estaba el cuerpo inmóvil del hitman más famoso de todos ¿Qué le había pasado esa vez? ¿Por qué no pudo evitar esas lesiones tan grabes que le causaron? ¿Acaso ya había perdido su poder y fuerza? Sin embargo las lesiones que había conseguido no eran lo que más le dolían sino un breve recuerdo, ese mismo día a cientos y miles de kilómetros se encontraba su amado con quien estaría cumpliendo un mes más, un mes que por desgracia no pudo pasarlo como lo deseaba por su trabajo al cual empezaba a odiar por eso mismo “¿Por qué? ¿Por qué siempre hoy?” eran unas de las cuantas preguntas que circulaban por su mente.

Para sus enemigos había parecido algo demasiado intencional lo que el italiano había hecho y de hecho lo fue, esa era su forma de mandarse a casa pronto, haciéndose el mayor daño posible con tal de verlo, lo ansiaba, lo quería pronto, lo necesita, simplemente lo extrañaba con todo su ser y no podía soportar tener que seguir en misiones tan lejos de su amado…

Oscureció, todo se calmo y la luna por fin salió de entre las nubes, todo había acabado en cuestión de segundos. El hitman había vuelto a pararse, molesto, ardiendo en ira y decidiendo descargarla con el enemigo vació el cargador de su arma en acabar con su objetivo, al terminar sacudió su traje, realmente odiaba que se ensuciara de sangre. De alguna forma logro salir de ese lugar y se dispuso a regresar a casa, no sin antes pasar por las oficinas Vongola a demostrar lo “muy lastimado” que estaba para que le dejaran en paz y así fue.

El llegar a casa completamente vendado del torso y con su ropa llena de sangre no le pareció para nada gracioso al menor quien impaciente esperaba por él luego de saber la noticia “Reborn esta lastimado” y era algo de esperarse, después de todo ¿A quién le gustaría que su novio se lastimara?... Sin embargo cuando este le confronto y le pregunto el por qué no había esquivado las balas y obtener por respuesta un “Porque quería verte y esta era la única forma de lograrlo” le hizo enmudecer, de cierta forma estaba feliz porque le quería ver, pero por otra parte estaba realmente enojado por hacerse daño de esa forma.

Le tumbo con fuerza en el piso, agarro su camisa haciéndola puños con sus manos mientras se colocaba sobre este y oprimía su cabeza contra su pecho, lloraba, estaba enojado, pero la tristeza era más grande- Pensé que podía perderte, Reborn… Y-Yo realmente estaba preocupado por ti –Dijo como pudo entre lagrimas y gimoteos, soltando poco a poco la camisa de este para después voltearse a verlo- ¡Eres un estúpido, Reborn! ¡Un idiota! –Comenzaron entonces una serie de golpes en el pecho propinados por el menor, unos que estaban muy lejos de ser fuertes, eran suaves, gentiles y sin embargo estaba frustrado, muy frustrado-

-Lo siento Lambo –Se había dejado todo el rato por el menor, había decidido dejarle descargar sus emociones si así lo quisiera. Tomo con cariño de su mentón, con suave tacto retiro las lagrimas de sus mejillas y luego se propuso a estrecharle contra su pecho- ¿Lo oyes? ¿Oyes mi corazón Lambo? Late muy fuerte por estar tan cerca de la persona que amo, late por ti mi vaca estúpida…

Le sonrió con gentileza y luego se apodero de sus labios para no soltarlos nunca y en un largo beso le entrego amor y pasión, placer y cariño los cuales desbordaron en un sinfín de caricias, de besos desesperados, de abrazos profundos y cuando parecía que no podía ser más placentera la situación terminaron consumando su acto de amor con su unión carnal, llegando al clímax entre palabras dulces y miradas que expresaban todo el amor que se tenían el uno por el otro.

Cuando todo hubo terminado el mayor se paro, cargando en brazos a su amado quien se apoyo en su pecho, escuchando de nuevo la bella melodía que su corazón hacia, sonriente, feliz y un tanto cansado.

-Reborn… -Interrumpió el silencio que habían mantenido una vez que el mayor le deposito en la cama-

-Dime, Lambo –Prosiguió a sentarse en la cama también, rodeando por la cintura al contrario en un abrazo y besando su mejilla-

-¿Me dejaras de nuevo?… ¿De nuevo te irás y no sabré de ti en días? –Su preocupación era clara, pues eso era algo que siempre pasaba-


-No, no pienso dejarte de nuevo, ya no más de eso –Le volteo a ver y le dio un pequeño beso en su frente- Quiero pasar mi vida junto a ti, quiero estar solo contigo, quiero vivir mi día a día contigo, Lambo y eso es porque te amo, te amo y es lo único que me importa ya… 

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