Era tanto el ruido de los colectivos como el desorden mental
de la usuaria de la piña. En su mente reinaba el caos desde hace varias lunas,
tantas que la cuenta se había echado al olvido, pero ¿Por qué se daba tal
wonderland en una mente tan joven? ¿Era caso obra de algún hechizo?
-De ser un hechizo será entonces el efecto de tu mirada en mí,
de tus palabras llenas de chispa viva que renueva mi alma, que sofoca mi ser de
unas ansias por probar tu dulce secreto, de ti y más de ti… -Fue parte del
pensamiento vago que naufragaba en un mar de recuerdos y suspiros anhelando los
suaves labios de las perspicaz usuaria “Tunita” de principio “S” y de final “ele”-
Y mientras más tiempo pasaba, más tiempo se perdía en sus
memorias. En las cuales recordaba el rostro de la contraria, las mismas en que
cada una de sus cualidades se les eran atribuidas dulces palabras surgidas por
el afecto a la contraria, esas que servían para delinear con su índice la tez
de porcelana que tanto admiraba y que con una vista profunda echaba a descubrir
todos los secretos que esta guardaba.
Pero en sus recuerdos no solo hacia esto, sino que también
repasaba como si viera una película todos los recuerdos con ella, todas sus
palabras, gestos y esas pequeñas acciones que le quitaban la serenidad e internamente
perdía tanto la calma y control, teniendo por veces que guardar la distancia
para no ceder ante su lujurioso pensar, guardando en el fondo de su mente todas
las formas en que deseaba tomar a la contraria como suya, queriendo probar de
ella su fruto prohibido y poseerla egoístamente
hasta el final de sus tiempos.
Seguía pensando en ello, absorta e inmersa en sus deseos
carnales hasta que escucho el sonido que anunciaba su libertad de esa prisión a
la cual llamaban “colegio”, sonriendo ansiosa de llegar a su casa y buscar en
la net a su querida y amada Tunita.
Una pequeña risa resonó por toda la habitación, seguida de
ella se escuchaba como se acercaban a la denominada “Usser”- Vaya, vaya que
lindos recuerdos que tienes eh –Le tomo del rostro con brusquedad mientras que
clavaba sus ojos con furia en los contrario- Sería una lástima que los pierdas,
todos y cada uno de ellos ¿Tienes algo que decir? ¡Ah espera, que estas
vendada! ¡Mil perdones! –Soltó con desdén entonces el rostro de la desdichada
usuaria- Oh pero no me odies a mí, es culpa tuya por tener tan buenas memorias
¡Que esas memorias se venderán rápido y muy caras!
Si, así es… La llamada “Usser” había sido víctima de una
banda de ladrones, pero no cualquier tipo de ladrón, no que va, ellos eran unos
ladrones muy especiales ya que ellos solo robaban memorias ajenas, las más
bellas memorias que podría tener una persona eran robadas y a una soñadora como
era la usuaria piña, era más que seguro que le robarían algo más que sus
memorias, se llevarían consigo sus sueños, anhelos y como no, su espíritu también.
Quizá no lo sepas, pero en la nueva era en que sucede todo
este circo, las memorias de las personas son una vasta fuente de información,
incluso las memorias falsas son muy cotizadas porque en la guerra de la información,
todo es válido.
Entonces debes de preguntarte “¿Qué sucederá después?” Pero
bueno, normalmente una persona sin memorias puede sobrevivir, pero aquellos a
quienes se les es robado sus sueños, anhelos y espíritu solo serán un cascaron
de lo que fueron y pronto perecerán, sin embargo para alguien que tiene una Land
por mente eso no le afectaría, crearían todo de nuevo, por eso mismo esas
personas si son capturadas están destinadas a la explotación por el resto de
sus vidas.
“Prefiero la muerte”, “Quiero morir en vez de ser un envase”,
estos pensamientos y más rondaban por la mente de Usser hasta que dio con un
pequeño recuerdo casi olvidado. Era el de un tiempo en que su risa era “Kufufu”,
un tiempo en el que su amada piña conoció al nuevo Tunita…
“Me llamo Sele”
Sus lágrimas se desbordaron, no podía contener el llanto
luego de su recuerdo, ese recuerdo al cual se aferro y con el cual lucho hasta
obtener su libertad. Sus sueños, anhelos y espíritu habían sido renovados,
ahora eran más fuertes y no cederían ante nadie, “Debo luchar” fue su nuevo
pensar el cual le ayudo a romper la prisión y cadenas que le impedían regresar
a su estado de libertad
“Regresare a su lado, lo hare… Yo volveré a ver su sonrisa”